fin de semana en Nápoles



Neapolis, Nápoles, Napoli

Nápoles es el ombligo del Mediterráneo. Si se trazara una línea desde Marsella a Atenas y desde Estambul a Barcelona, ambas se ​​cruzarían en Nápoles. Al fundarla, los griegos la llamaron, sin demasiada imaginación, "Neapolis", la ciudad nueva. Desde entonces, los napolitanos se dedicaron a convertirla en inconfundible respecto a las otras: una ciudad legendaria. Nápoles descansa sobre la tumba de la sirena Parténope, símbolo de la belleza engañosa, y así la hicieron sus habitantes, una mezcla de magnífico y atroz. Tanto es así que la ciudad se alza en una franja de tierra situada entre un enorme horno, el volcán, y una fuente de salvación, el mar. Nápoles es agua, fuego y tierra; es la luz del gran golfo y es sus oscuros callejones; es ciudad monumental y ciudad secreta y subterránea, con sus galerias, pasadizos y cuevas – los antiguos situaron aquí la entrada al infierno –
Desde sus inicios siempre fue grande y anhelada: joya de los griegos, ciudad romana, más tarde capital de los alemanes Altavilla, de los angevinos franceses, y finalmente española en manos sucesivamente de los aragoneses, los Habsburgo y los Borbones. Sí, ¡porque Nápoles siempre fue la ciudad más poblada del Reino de España! Y, por último, se convirtió en italiana, la gran capital meridional de la joven Italia.

Nuestro viaje recorrerá  todos los períodos de la historia más que bimilenaria de estos lugares mágicos: los cimientos griegos y el periodo romano con la tragedia de la erupción del 79 d.C., pero también las grandes obras medievales y modernas promovidas por los gobernantes extranjeros que se sucedieron. Hasta llegar a la Nápoles contemporánea, dificíl pero viva y fascinante.
Ver Nápoles y morir”, dice el estereotipo, y con razón, ¡hay que verla! Su carácter, el paisaje y la cultura la hacen imprescindible, especialmente para el visitante español que podrá descubrir esta gran capital antaño “hispánica”.


Viernes:  Llegada a Nápoles y traslado a Capodimonte para visitar el museo, antigua residencia de los Reyes de Nápoles construida por Carlos VII que alberga la inmensa collección de los Borbones. Por la tarde primero paseo por el casco historico con guía locál (zona Municipio y Spaccanapoli: Plaza Municipio, Castelnuovo, Gesù Nuovo, S. Chiara, S. Domenico, Cappella Sansevero, Duomo ).


Sabado: Recorrido historico y artistico de la zona “Tribunali y Anticaglia” por la mañana. Piazza Bellini (8.30), S. Pietro a Maiella (8.40-9), Cappella Pontano (9-9.10), S. Maria delle Anime del Purgatorio (9.15-9.45), S. Paolo Maggiore (10-10.30), Claustro de S. Gregorio Armeno (10.40-11), S. Lorenzo iglesia y sítio arqueológico (11-11.50), Pio Monte della Misericordia (11.55-12.10), Castel Capuano, S. Caterina a Formello (12.30-12.40), S. Giovanni a Carbonara (12.50-13.20), S.S. Apostoli (13.30-14). Por la tarde visita del Museo Arqueológico Nacional (15.30-17.15). Posible visita nocturna del sorprendente museo de arte contemporaneo de Nápoles, el MADRE


Domingo: si hace tiempo bueno! - Visita libre de la isla de Capri. Traslado a la isla con el hidrodeslizador SNAV que sale desde el Molo Beverello en Napoles, tarda 40 minutos.
 ¡si no hace tiempo bueno! – Opcción 1: visita libre de Sorrento que se puede alcanzar con facilidad con el tren “Circumvesuviana”.
Opcción 2: visita del increibile “Museo y Quadreria de los Girolamini” obligo de reserva y del Palacio Real en plaza Plebiscito. Por la tarde tiempo libre para pasear por la ciudad.


Lunes: Por la mañana visita a los escavos arquelogicos de Pompeya y del Parque Nacional del Vesuvio. A continuación visita de la Certosa de San Martino situada sobre la colina del Vomero.  Traslado a Roma o al aereopuerto de Nápoles.


© Christiaan Santini

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